Manos a la obra

Como lo mejor es comenzar por el principio os contaremos que lo primero fue hacer los bancales.

 Hay dos tipos de bancales, bancales elevados y en superficie, los bancales elevados facilitan el trabajo a pacientes que les resulta complicado agacharse, el sentido de los bancales es rotar cada año el cultivo, de tal manera que cada temporada vamos cambiando lo que plantamos en los distintos bancales para no empobrecer la tierra y sacarle el mayor rendimiento.



Bancales en superficie

 

 

Bancales elevados

  Una vez medidos y preparados los bancales el siguiente paso fue instalar el riego por goteo. Es un sistema que ahorra la máxima cantidad de agua, dándonos el rendimiento suficiente para cada planta. Con la mínima cantidad de agua podemos sacar adelante un huerto de una manera sostenible.

Instalando el goteo

Juan en plena faena

El equipo

Convocamos una reunión con todos los pacientes que participarían en este proyecto. Un grupo de  personas que estaban dispuestas a involucrarse en esta aventura, pacientes que comenzaban una ilusión diferente en su barrio, en su centro de salud.

En esta primera reunión explicamos a los pacientes las bases de un huerto ecológico y su funcionamiento,  les mostramos el espacio del que disponíamos y les transmitimos la idea mas importante de este proyecto,  convertir ese lugar en un lugar común de ilusión.

De ese día nos quedamos con las caras de los pacientes,  viviendo desde el principio un proyecto que era suyo, algo de lo que podrían participar y disfrutar desde el minuto uno.

LOS ORIGENES DEL HUERTO

Este pequeño y sencillo blog que hacemos no pretende grandes cosas, lo escribimos para informar a la comunidad de nuestra zona de aquellas actividades que hacemos con nuestros pacientes en este espacio del  Centro de Salud de Carabanchel Alto.

Esta idea se forjó en una de las muchas reuniones internas que tenemos en nuestro Centro de Salud,
fue a principios de Marzo del 2014, un día  una compañera tuvo una idea:

-“¿Porque no hacemos un huerto ecológico en la parte de atrás de nuestro centro de salud?” La idea nos pareció a todos muy buena. Pero lo más importante era que tenían que intervenir los usuarios, los vecinos del barrio.

Al principio pusimos unos carteles por todo el centro con un tope de edad, que era de los 65 años en adelante,  pero abrimos el abanico para que se pudiera apuntar gente de cualquier edad.
Debido al tamaño de  la parcela que tenemos,  consideramos que el numero ideal de participantes es de 30 personas. Pero actualmente ¡tenemos una reserva de mas de 40!.

Esta era la parcela con la que contábamos

Teníamos unos cien metros cuadrados



Con la gente, la ilusión y el terreno nos pusimos manos a la obra...